Entrevista a Sonia Rojas Decut. Pre candidata a Senadora Nacional por el Frente Renovador de la Concordia. Innovacion Federal

2023-08-02 09:06:48hs Política | 14018 vistas


Presentábamos proyectos con algún diputado que nos declare de interés provincial, lo encuadrábamos dentro de la ley de educación disruptiva y conseguíamos apoyo hasta de, en su momento, de la entidad binacional Yacyretá, que todo el mundo quiere ayudar y apoyar a la educación











Noe: Fecha y lugar de nacimiento

Sonia: 1973, tengo 49 años, en Posadas Misiones, en el seno de una familia tradicional de Posadas, hija de madre y padre muy trabajadores, que me han inculcado valores que tienen que ver justamente con el compromiso, la responsabilidad y poner siempre de antemano el valor personal, el valor de la palabra, de la honestidad, de la humildad y sobre todas las cosas, el respeto, el respeto a todas las personas.

Noe: Hablanos un poco de tus padres, tu mamá, tu papá.

Sonia: Mi papá fue uno de los primeros martilleros públicos de la provincia, un laburante, mi madre una docente de alma que me ha contagiado su vocación, una luchadora en un tiempo donde había mucho machismo, sobre todo en los lugares de trabajo y ella es una mujer de armas a tomar. Lo que vi en mi casa se replicó en mi vida. Yo llevo 30 años de casada y he vivido muchísimas experiencias en mi matrimonio, pero hay algo que para mí tiene un valor invaluable, es muy grande, que es que mi esposo siempre me permitió crecer, siempre me acompañó en todo lo que implicaba estudiar, superarme, pues bueno me casé muy joven a los 20 años, o sea que sí o sí necesitaba eso y eso vi en mi casa también. Mi madre trabajó, fue directora, fue una de las primeras egresadas en la licenciatura de trabajo social, después también acompañó a papá en política, pero bueno esa es mi madre, una persona que está en todas mis tomas de decisiones, siento que yo soy como una proyección de ella, me siento muy identificada, una mujer con mucho carácter, pero a mí me ha costado muchísimo llegar a ser la persona que hoy soy, por eso cuando tuve la oportunidad de estar al frente de una institución que tiene nivel secundario, mi prioridad fue generar espacios para que los jóvenes aprendan a expresarse, a poder poner en palabras lo que sienten, porque a mí eso me ha costado muchísimo y yo siempre les digo chicos, lo primero es construir una autoestima de fierro, amarse y respetarse primero y después viene lo otro, porque si ustedes aprenden eso desde edades temprana, se van a ahorrar muchas lágrimas en la vida, así que bueno, siempre trabajé por eso.
Noe: Hablanos un poco de tu primaria y secundaria, ¿dónde lo hiciste?


Sonia: Mi primaria lo hice en el colegio Santa María, mi secundaria lo hice en la escuela normal, mi primer año fue en el instituto Santa María. Mi formación superior vuelvo otra vez al instituto Santa María, pero bueno, la realidad más allá de que siempre me gustó la docencia es que yo me quería casar, y mi madre me decía, no, antes tenés que estudiar algo que por lo menos eso te sirva para tu independencia, lo más rápido en esa época era una carrera terciaria, cuando el profesorado de primaria estaba todavía en ese nivel terciario que duraba dos años y medio, tres, así que bueno, eso era lo más rápido, además de que siempre me apasionó el tema de la niñez, la juventud, eso siempre fue algo que me atrajo y todo lo que tiene que ver con la vocación de servicio y con lo social, por ahí va la docencia. Después tuve la oportunidad ya casada, a los 27 años ya con mi niño, mi hijo tiene 23 años, es como que él despertó en mí las ganas de ser una mejor persona en todo sentido, de ser una mujer valiente, de ser una mujer que me haya desarrollado en todas las áreas y que no haya dejado nada en el tintero y yo siempre admiraba a un grupo de mujeres que para mí eran súper valentosas, era el sumo, era lo que yo quería ser, mi arquetipo y justo todas estaban en un departamento que era sumamente de hombre, en la parte de ingeniería química, estaban ahí en el directorio del profesorado universitario en matemática en la facultad de ciencias exactas y bueno, yo quería ser como ellas, creía que si alcanzaba ese título, que para mí era lo más difícil, imagínate llegar a ser profesora de grado universitario en matemática y física, eso para mí era ¡guau! Bueno, obviamente que fue un camino muy largo, yo trabajaba 100%, siempre la prioridad fue mi hijo, pero nunca dejé ese sueño y esa meta que tenía de lado, lo fui haciendo a mi manera, con mis tiempos y en ese camino, ya después se me pasó eso de que solo un título universitario me iba a dar esa seguridad, en ese camino encontré mi valentía, y me fui despojando de mochilas, de límites que estaban solo en mi cabeza y que eran los que me impedían alcanzar lo que yo quería. Hoy, te juro, tengo una mentalidad de que yo voy a lograr lo que quiera porque realmente me ha costado todo lo que he conseguido en la vida, todo, ha sido un esfuerzo enorme, no te digo que a lo mejor otro lo pueda hacer en 5 años, yo no, a mí me costó mucho, pero me dio las herramientas, me dio las habilidades, las capacidades que necesito para ser hoy la persona que soy. Y la madurez en ese trayecto no es lo mismo, de 5 años, pero si lo hiciste un poco más, eso te creo que la madurez es mucho más importante para mí.

Noe-. Cuando terminas el secundario, te costo decidir que estudiar

Sonia: No, no, yo quería, obviamente que me quería formar, siempre en la docencia, he hecho bachiller pedagógico en el secundario, siempre fue algo que me llamó, es más, intenté primero educación física, pero no llegué ni siquiera a pasar, soy muy mala para lo físico, la docencia siempre porque la vi a mi madre en ese rol, y me encantaba ella en su rol de directora, nunca pensé que yo iba a llegar a estar en esos mismos lugares, por supuesto en otra historia, pero bueno, sí, sí, pero a mí me preocupaban demasiado otras cosas, y esas otras cosas tenían que ver con lograr seguridad, con lograr integridad, o sea, siempre me preocupé por tratar de desarrollarme a nivel personal, pero crecer, crecer, crecer, siempre tenía eso metido en la cabeza y hoy todavía, peor, es como que tengo esa obsesión…
Noe: ¿Te diste cuenta que no hay límite?


Sonia: No, no hay límite, no hay límite.

Noe: Hablamos de tus primeros trabajos.

Sonia: Bueno, mis primeros trabajos, o sea, yo siempre decía, mi pasión son los chiquititos, yo quiero trabajar con los niños, es más, mi esposo trabajaba en el campo, cerca de Virasoro Corrientes, el abuelo de mi esposo fue don Pablo Luzuriaga, que fue gobernador de la provincia, por parte de su mamá tenía campo, y bueno, había escuelas, rurales, estaba como ilusionada con eso. Pero la vida me llevó para otro lado, tenía un profesor de práctica, que quería que yo pueda ir a enseñar en el Santa María. Mi historia de estudiante del Santa María era muy terrible, era inconcebible que después vuelva como docente. Y bueno, la vida hizo que mi primer trabajo sea justamente en el Santa María.

Noe: ¿De qué edad estamos hablando?

Sonia: Estamos hablando de 21 o 22 años, y lo más increíble fue que siempre empecé con las edades más altas, o sea, entré a séptimo grado, y bueno, de ahí en ese momento me tocó el tema de la ley federal de educación. Yo tenía muy buena relación, siempre tuve muy buena relación con los niños, con los adolescentes, para mí son mi motor, hasta el día de hoy, hoy en la política tengo exactamente el mismo norte, y tengo presente en la retina el rostro de un niño, generalmente la descripción es un niño de la colonia, de las zonas productivas de nuestra provincia, o sea, siempre tengo presente esos niños que sé que más de uno, la única oportunidad que tienen en su vida es de toparse con un buen maestro, por eso cuando tuve la oportunidad y logré mi formación de grado, posgrado universitario, me enfoqué mucho a la docencia. Sigo muy enfocada y tengo una obsesión de meterme en una especie de coalición que tienda a planes de formación docente en servicio, también de excelencia, porque creo que es la clave de todo, la clave de la educación de calidad es la formación docente.

Noe: ¿Qué experiencias sacaste a tus 22 años?

Sonia: Mirá, en Santa María realmente conocí personas maravillosas, conocí una congregación de hermanas que me dieron algo que en mi casa no encontré, tiene que ver con esa experiencia de Dios.

Noe. Hay algo místico ahí.

Sonia: Sí, hay algo místico, ellas tienen como un proyecto que yo ahora sé, que me encantó desde el primer momento, cuando estaba en la primaria sí, trabajé mucho socialmente con los niños, infancia misionera, juventud misionera, me encantaba ir a los barrios, llevar iniciativas que tenían que ver con esto de acompañar a las comunidades, asistir a los marginados, me gustaba mucho eso. De hecho, ya con más de 20 años en el colegio, participé de la Red Pan Am, que es una red panamericana que reconoce solo a las hermanas, y estuve muy ligada ahí a las hermanas que están dirigiendo todo a nivel global, y me parece una comunidad espectacular y he aprendido los grandes aprendizajes, y las experiencias más movilizantes, más espirituales, las aprendí ahí en el colegio. Conocí muchas personas que me ayudaron a ser quien hoy soy, le debo muchísimo.

Noe: Te formaron.

Sonia: Me formaron, y me permitieron, me enseñaron que hay una forma, una forma de ser feliz, que tiene que ver con la vocación de servicio. Cuando servís al otro, cuando podés verte en el otro, me enseñaron la alegría en el servicio, eso es un poco lo que tiene esa congregación. Alegría en el servicio y me dieron la oportunidad de desenvolverme, de poder seguir estudiando, y de poder pasar por todos los niveles del sistema, porque estuve hasta la educación superior, solo siento agradecimiento. Esa era la otra pregunta, tu formación académica. Bueno, yo, justamente impulsada por una de las hermanas, nosotros estábamos muy ligados siempre con el Instituto Montoya, con institutos que tienen que ver con confesionales, de hecho yo había hecho, aparte de cuando era la ley federal, un profesorado justamente en el tercer ciclo en matemática, que era como un profesorado superior solo para escuelas secundarias. Y una de las hermanas me dice, vos tenés una empatía con los jóvenes, tenés que estudiar matemática, o sea, la matemática es la ciencia que te enseña a pensar, pero la verdad que nos están faltando profesores con empatía, que lleguen, que les enseñen a amar la matemática a los chicos. Me dice, vos tenés que meterte en la universidad. ¡No! Yo conociendo lo que eran las mujeres, no, no llego no voy a poder salir de ahí, eran como... encima la facultad de ciencias exacta, ¿no? Y bueno, ella me dijo, por favor, así te lleve 20 años, por favor, metete en la UNAM. Y bueno, fue como un impulso de las mismas hermanas, y cuando entré ahí, amé, y ahí sí que aprendí. Me costó todo, nunca, no sé lo que es eso de la suerte en los exámenes. El porcentaje de egresados era poco, y de hecho cuando nosotros terminamos era el 3%, una cosa de locos. Hasta el día de hoy tengo mucho contacto estoy trabajando con ellos, justamente con el decano, con Dardo. Bueno, y ahí amé profundamente esa institución por lo que significó para mi vida, la fortaleza que tengo hoy, o sea, vos a mí me decís hoy, no sé, andá a hablar con el presidente de Estados Unidos. Nada, porque lo que me ha enseñado esa fuerza... Y también a revalorizarte a vos como individuo y como mujer, todo eso. Totalmente, porque no me han regalado nada, y los docentes los llevo a todos en corazón, gente maravillosa.

Noe: ¿Cómo ingresas a la actividad política?

Sonia: Bueno, yo... Me tocó, una vez alcanzado el título de grado universitario, me piden un gran desafío en el Santa María, y es justamente tomar las riendas del rectorado, que siempre estuvo a mano de las hermanas. Para mí fue algo como muy... No sé si fue una sorpresa porque ya era directora de estudios, pero sí fue algo como que me llamó la atención porque yo tenía formación de grado universitario en matemáticas, no tenía formación de grado en gestión, y había otras personas con esa formación. Entonces, mi pregunta era a la jefa en ese momento, ¿por qué yo? O sea, a ver, hay gente que está formada, ¿por qué a mí? Y bueno, me decía, tenés todas las condiciones, las características para llevar este colegio adelante. Estábamos viviendo un momento de crisis. Y cuando a mí me dan ese, digamos, ese halo de confianza, es listo, ya está. Es 24-7. Entonces, me acuerdo como hoy las palabras que le dije, bueno, yo no sé lo que es la gestión, pero yo voy a ir a buscar a los mejores para que me ayuden, por la confianza que usted me dio. Y así lo hice. Me acuerdo que hice una nota comunicando a mis autoridades que el Servicio de Enseñanza Privada que iba a viajar a Buenos Aires, iba a contactar con universidades como la DITELLA, la Universidad Católica Argentina, para que me puedan ayudar, porque mi preocupación máxima era la innovación. En ese momento estaba el programa de la secundaria federal, la 20-30. Yo necesitaba mostrar o transmitir una visión muy clara al equipo docente de qué era lo que queríamos lograr.Siempre fui consciente de que necesitaba esa ayuda.

Noe: Pero eso fue tu motor.

Sonia: Claro. Me decían, no nos dan Bolilla, ni a nosotros, ni a nivel ministro, no te van a dar Bolivia. Para mí esas cosas yo las uso como motores. Hasta el día de hoy tengo a alguien muy querido en mi vida que me ha dado un mensaje, como diciéndome, no, no, vos solo esto vas a poder hacer. Y cada vez que quiero caer, siempre me acuerdo de eso, y hoy la vida me trae hasta lugares donde esa persona que me dijo eso quería estar y no pudo. Increíble Pero son cosas de la vida. Bueno, eso hizo que, no soy rebelde, pero siempre utilicé mis propios recursos, lo hago hasta el día de hoy, utilizo mis recursos personales para poder desplegar todas las capacidades, competencias que me han enseñado para desenvolverme bien en el rol que me toca cumplir. Me fui con mis propios medios, no pedí nada a nadie, y para sorpresa mía, las puertas se me abrieron de par en par. Y ahí tenía desde el Ministro de Educación de Nación a todos los especialistas en educación a disposición para ayudarme. De hecho fue lo que me permitió hacer como una articulación entre mi instituto de formación docente y la Universidad Católica Argentina que tenía en ese momento los profesorados universitarios en nivel inicial y primario. Creamos la carrera de nivel inicial, le pusimos mucho tinte de educación emocional, de todo lo que es neuroeducación, robótica, todo lo que tiene que ver con la transversalidad, la programación. Me alié con la escuela de robótica, o sea, alianzas estratégicas y sin miedo, pero siempre con la seguridad de saber lo que estaba haciendo, y de consultar con los mejores, pero con los mejores. Llegamos a Strafford, a la escuela de educación de Harvard, con todos. Yo fui así tal cual y le dije, soy rectora de un instituto de formación docente de la provincia de Misiones y necesito que me ayuden a pensar en una formación docente de calidad. Pido por favor. Y se me abrieron las puertas. Sigo con esas relaciones. Y bueno, ahí fue cuando abracé de una, entendí a la perfección qué significa la ley de educación disruptiva y la abracé con todas mis fuerzas.Tenía esa ayuda de los especialistas de estas instituciones, así empezamos a generar eventos, congresos, capacitaciones y todas gratuitas.

Noe: ¿Cómo lo hacían?

Sonia: Presentábamos proyectos con algún diputado que nos declare de interés provincial, lo encuadrábamos dentro de la ley de educación disruptiva y conseguíamos apoyo hasta de, en su momento, de la entidad binacional Yacyretá, que todo el mundo quiere ayudar y apoyar a la educación. Y de alguna manera, sin costo, sin presupuesto, terminó siendo el Santa María, un instituto que podía ofrecer capacitaciones de alta calidad con especialistas de diferentes partes del mundo y no nos salía un peso, nos financiaban, nos acompañaban diferentes organismos y eso era fantástico. Y recibí el apoyo de todos los organismos, el Parque del Conocimiento, Claudia Gauto, en su momento, nos ayudó muchísimo, la Escuela de Robótica y bueno, fuimos llevando adelante esa transformación pero poniendo por delante el foco para la transformación del Santa María, el eje fueron los estudiantes. O sea, nosotros vimos como la vuelta. Eso, por supuesto, que me valió a mí comprarme la pelea con un equipo docente, en el sentido de que cuando todo el poder de una institución está en las autoridades, en el equipo docente, yo doy vuelta y el poder lo tenían los estudiantes y planteé un liderazgo totalmente horizontal. Y ahí en el Santa, era así. En la diaria, algunos colegas pensaban que era un horror que yo entre a un curso y los chicos, cinco minutos después, se den cuenta que estaba yo adentro. ¡Hola, Sonia! Pero los chicos sabían que yo estaba ahí, siempre. Para lo que ellos necesitan. Y salían y me veían gestionando y veían que era la primera en llegar y la última en irme. Y cuando tenía que acompañar cosas que eran importantes para ellos, así esté, hecha fleco, y tenían que pasar, por ejemplo, la estudiantina, a las tres de la mañana, me iba. Y estaba. Y así estaban ellos conmigo también Cuando organizábamos eventos, encuentros, quedaban admirados por la verdad que era maravilloso la educación que tenían y eran chicos increíbles. Y con solo una mirada era un silencio sepulcral ante 700 personas, 700 adolescentes. Y eso es algo que uno lo logra cuando tiene otro tipo de autoridad. Y a ellos les generaba espacio para que se metan en todo. Estaba obsesionada con el talento de los jóvenes. Con que puedan desarrollar su talento tecnológico, artístico y que participen en todo. Olimpiadas, todo lo que sean las ferias de ciencias, campamentos científicos. Y se ganaban todos los chicos. Tal es así que llegaron a ser de un colegio tradicional, sin tecnología. Llegaron a ser la capitana del seleccionado nacional de robótica, de Santa María. Llegaban los viernes a las 6 de la tarde y los chicos estaban en un aula con kit de robótica preparándose para participar. Primero me siguieron 3, 4 profes. Pero cuando empezaron a ver los resultados, resultados que hay que atribuirles a quienes eran los protagonistas, a los chicos. Cuando yo empecé a ver las capacidades y las habilidades que desarrollaban los chicos en este tipo de educación disruptiva, decían no. Pero para qué voy a hablar yo, para qué vamos a hablar nosotros si ellos lo pueden explicar mejor que cualquiera. Qué mejor que los padres vean lo que estamos formando. Son líderes. Y había cuestiones que los manejaban ellos. Sí también fue un proceso con los padres. Porque los padres tienen que entender que ya no alcanzan con las carpetas gigantescas de trabajos prácticos. Que no, eso no nos ayuda al desarrollo de habilidades. Y que a veces, por ejemplo en reuniones, me acuerdo en plena pandemia, yo fascinada porque trabajaban por proyectos, ya se terminaron como los espacios curriculares, y poníamos materias, espacios curriculares que eran de demanda de los chicos. Por ejemplo programación, robótica aplicada. Y en algunas reuniones de padres, los profes le mostraban lo que hacían los chicos. Por ahí se levantaba un padre y decía, pero Sonia, yo no veo la hora, le mando a mi hijo a la escuela porque no quiero verlo más jugar con jueguitos y voley. En la escuela vienen a armar jueguito. Y explicarle a los padres. Cómo se llega a ese proceso, esto del trabajo colaborativo, el pensamiento crítico, la creatividad. O sea que pasa por otras cuestiones. Pero cuando los padres empiezan a ver, Uh, ¿qué ganó? Y está por competir con gente de Rumania. Está por competir, no sé, con brasileros, norteamericanos. ¿En un evento de qué? ¿De matemática? ¿De física? ¿De robótica? O sea, ya empiezan como a... Y cuando los escuchan hablar, Es otro tema.Entonces empezamos a ponerle un protagonismo a los chicos. Y para mí es formidable la interacción que se genera entre el docente y el alumno porque hay cosas que nosotros, por el solo hecho de tener tanta formación, no lo vemos. Y ellos son nativos digitales. Entonces, esa cultura de riesgo, cuando uno apunta tanto a la innovación, que no es tan obvia para la escuela, porque la escuela evalúa, te pone un número, y te evalúa generalmente de acuerdo a contenidos. Hoy ya tenemos que pasar por otros criterios. Me compré las peleas también de decir, bueno, que se evalúe según el criterio que sabes hacer. ¿Qué podés hacer con lo que aprendiste? ¿Cómo podés aplicar tu conocimiento? Porque yo creo que nuestro problema no es el conocimiento, su problema es cómo aplicamos el conocimiento y cómo se logra el aprendizaje efectivo. Entonces, bueno, el abrazar esa educación disruptiva hizo que, bueno, que tengan la oportunidad de que me puedan convocar al espacio justamente para aportar desde la educación, desde mi experiencia. Por supuesto que a ojos cerrados, con una pasión. Dije que sí desde el primer momento y, bueno, ahora ya hace un año y medio que estoy como diputada provincial y, ahora candidata al Senado.

Noe: ¿Qué dijeron tus padres?

Sonia: Bueno, papá falleció ya en el 2005. Mi madre ahí, acompañando como toda madre. Pero lo que más me gusta es que ella se ve en mí, y eso está buenísimo. Siento que todo lo que viví, que fueron cosas muy fuertes, todo me preparó para este momento. Porque yo he pasado, he vivido las derrotas suficientes.

Noe: ¿Puedes contarnos una que te ha marcado y que dijiste no?

Sonia: Este va a ser el punto que voy a iniciar para ganar todas las batallas. Sí, justamente por ese mandato,De alguien muy, de mis afectos más grandes. De chica me han dicho, no, no, no, no, vos solo vas a servir para esto. Y yo queriendo alcanzarlo, que para mí era lo más grande. He llegado a rendir, no sé, cinco o seis veces una materia fuertísima, de por ejemplo análisis matemático aplicado a la física. Y no me rendía, no me rendía. O sea, he hecho libre algunas materias. Siempre pensando en eso, ¿no? Yo puedo romper con estos límites mentales. Por eso tengo tan adentro lo que viví en la facultad de ciencias exactas. Porque es lo que me ayudó a romper eso que hace que hoy me pueda formar. Hoy ya tengo formación de posgrado en universidades extranjeras, en universidades privadas, públicas. Y me doy cuenta que era solamente un límite mental. Pero justamente el haber vivido esas derrotas, el haber llorado, el haber sentido... Creo que llegué a sentir algo que no se lo deseo a nadie. Llegué a sentir hasta pena por mí. Y creo que todo eso que viví hace que hoy pueda desarrollar algo que es elemental para cualquier persona que esté al frente de la sociedad. Algo que es elemental para cualquier persona que esté al frente de equipos o que sea un político o un líder educativo, que es la empatía. O sea, yo tengo más que presentes las derrotas, las caídas, todas las cosas que me permitieron crecer. Porque eso fue lo que me permitió crecer. Y decir que puedo, y lo puedo hacer de manera muy sincera, cuando digo a alguien que a lo mejor ante una discapacidad cree que no puede hacerlo. Bueno, yo también, yo estaba convencida de que no podía. Que no podía, no tenía la capacidad para hacerlo. Pero eso era algo que quedó. Por eso apuesto tanto a la autoestima, al cuidado y a cuidar las cosas que le decimos a nuestros hijos, a nuestros estudiantes, por Dios. Es mejor callar que decir algo que le pueda condicionar su desarrollo o condicionar la vida. A mí me costó, Noé, pero salí adelante. A mí me costó. Pero hay otras personas que por su temperamento, por su carácter, no lo pueden hacer. De hecho, tengo un hermano que se suicidó. Y cayó en el consumo. Y somos los dos del mismo hogar. Yo tuve, no sé, la bendición de poder desarrollar habilidades o capacidades que me permitieron seguir adelante. Y eso me impactó mucho también. Entonces, hoy me siento muy sincera. Cuando puedo decir a otro, se puede. Porque yo estuve ahí, yo probé el polvo de la derrota. Probé situaciones, estuvimos en situaciones muy limitantes con mi esposo. A pesar de ser hijos de dos familias, digamos, que son trabajadoras, que están bien en clase media. Pero hoy veo el rol de los padres y de la importancia que tiene cuando... Y lo que le habrá costado ver a lo mejor a sus hijos peleándola, remándola y bueno, bueno, remen. Salgan como puedan. En ese momento no lo entendíamos, pero hoy sí.

Noe: ¿Tres logros dentro de tu gestión?

Sonia: El primer logro que me siento totalmente orgulloso. Mi legado es que la política es vocación de servicio. Lo más importante en la política es conectar con el ciudadano, conectar con la gente. Y poder escucharlo, poder interpretar a través de los ojos de la gente. Creo que eso es lo más importante para empezar a hablar. Porque además pertenezco a un espacio político que tiene una agenda, o piensa en políticas públicas basadas siempre en los intereses de la gente. Vuelvo a repetir, cada uno tiene una experiencia de vida y siempre eso te condiciona. Entonces cuando uno es político tiene que estar con esa escucha activa, permanente. Porque a lo mejor yo, que soy una apasionada de la educación, voy a hablar de educación, me enciendo y me voy. Pero yo tengo que estar atenta a qué es lo que está necesitando hoy la gente urgente. Y cuáles son las políticas o las leyes que tenemos que llevar adelante y que tengan mayor impacto. Y eso solo se logra si podemos ver a través de los ojos de nuestra gente. Si no estamos en el lugar equivocado. Otra cuestión que valoro es que para mí la prioridad es convertirme en una política de valor. Por lo que yo pueda aportarle a la sociedad. Entonces todos mis días, no pasa un día, sábado, domingo, todos los días, yo me esfuerzo, me esfuerzo por aprender algo, ver algo, buscar algo, contactarme con alguien para que me ayude a convertirme en una persona de valor, a mantener la misma fuerza de voluntad, el mismo entusiasmo, las mismas ganas. Porque el día que yo no tenga eso es el día que me retiro y me voy. Eso también es algo que valoro mucho. Y es lo que veo en mis otros compañeros. Que estamos remándola a todos para convertirnos en personas de valor. Buscamos eso, en políticos de valor. Y creo que eso es lo que queremos llevar. Somos un equipo de hombres y mujeres que buscan construir, que buscan aportar desde su lugar. Y eso es algo muy rico. Es algo muy rico. Y valoro, por supuesto, que pertenezco a una provincia que tiene conducción política. Que hay una visión muy clara. Es justamente la visión del presidente de esta legislatura, que ha sido el gran impulsor de todo un sistema de leyes basado en el conocimiento, basado en la búsqueda del bienestar de la gente, de poner en valor al misionero, a su cultura, a nuestra historia. Eso es invaluable hoy cuando uno ve que en otros espacios políticos la gente está en otra. Nosotros tenemos siempre ese principio rector igual con que algunos de nosotros se descarrilan enseguida. Entonces eso es algo muy valioso. Muy valioso porque nos mantiene en foco. O sea, estamos enfocados. Y el ingeniero siempre nos dice, concéntrense en lo que tienen que hacer. Ustedes tienen que estar pensando mañana, tarde y noche, en buscar el bienestar de la gente. Eso es su trabajo. Y el mandato que hoy tenemos como candidato no es otro que además de llevar todo ese mensaje, ese misionerismo a nación, estemos en primer lugar buscando los candidatos a senadores responder a los intereses de la provincia, los diputados nacionales a los intereses del ciudadano y en conjunto formar una agenda política para el Congreso que tenga que ver con los intereses de la gente. Que poner temas que le interesan a la gente, que no es otra cosa que esa tríada de creatividad, innovación, economía, conocimiento. El misionero quiere crecer, quiere mejorar, quiere sentir esa dignidad del trabajo. Nuestra visión tiene que ver con la generación de empleo de talento. Entonces todos concentrados ahí y con un proyecto que tiene que ver justamente con el crecimiento y desarrollo de la provincia. Pero porque eso es lo que vemos que quiere la gente. Quiere mejorar su economía, quiere a su familia o ver a su alrededor que puedan crecer, que puedan tener sus trabajos. Y vemos también el sufrimiento de muchas madres, de muchos padres, de jóvenes y hasta niños que, bueno, con esta debilidad que hablábamos hoy de espíritu por ahí son presas, de cuestiones que no queremos que le afecten a nuestros niños, a nuestra juventud, como tema de consumo y todo eso. Por eso apostamos tanto al deporte, la salud, la educación. Eso es lo que queremos. Que esta provincia sea fuertemente impulsada por la economía del futuro, que es la economía del conocimiento y políticas que tengan que ver con el bienestar. Educación, salud, deporte y todo lo que sea preventivo. La educación tiene ese carácter preventivo, el deporte tiene ese carácter preventivo. Y hoy hay un desafío muy grande. Yo te diría que el futuro de nuestra provincia prácticamente se define por la educación disruptiva, sin duda. Se define por eso, por la educación de calidad, porque no hay economía del conocimiento sin educación de calidad. Hoy todos entendemos que nuestro activo principal es nuestro conocimiento, son nuestras ideas. Entonces nosotros estamos trabajando para llevar a todo lo que tenga que ver con el conocimiento a lo más alto, para que puedan confluir todas las áreas, la ciencia aplicada, la educación, la innovación tecnológica, la cultura, todo al servicio de la generación de riqueza, modelo de desarrollo, crecimiento. Tenemos muy claro el norte y ese norte obviamente nos da solamente nuestro conductor, a quien reconocemos como líder político, para mí además de un líder, no solamente es líder político nuestro, sino consultado por personas de todas partes, para mí es un mentor. Es alguien que con sus principios, con su visión, me ayuda a mí a ser una mejor persona. A buscar crecer, a buscar ser mejor para servir mejor. Eso en definitiva es lo que él inspira en nosotros. Que seamos nosotros mejores pero para servir mejor al pueblo. Potenciar a cada uno. Totalmente, a todos. Y es, tiene algo que ver con la generosidad. Acá no hay nadie, no hay privilegios para nadie. Y hay algo que me parece muy loable y que no se ve en muchos gobiernos. Y esto de rescatar a la juventud, de poner en valor a la juventud y que él diga, el vector de cambio de esta provincia es la juventud. Es maravilloso. Es maravilloso porque es el presente y el futuro de la provincia. Sin dudarlo, sin dudarlo.

Noe: ¿Por qué tendrían que votar a vos y a la Renovación?

Sonia: Porque al igual que la lanza, Andresito, abracé con todas mis fuerzas esto de luchar por los intereses de esta provincia, de los misioneros. Porque tengo las ganas de hacerlo y creo que desde mi lugar, desde todo lo que soy como persona, puedo aportar. Y hoy estamos viviendo tiempos en que la nación necesita de gestos de humanidad. Y nosotros entendemos muy bien eso. El único liderazgo tiene que ver con el servicio a las personas basado en el respeto por sobre todas las cosas. Hoy son tiempos en donde, en lugar donde se toman las grandes decisiones es el Congreso de la Nación, esta provincia tiene que tener representación. En primer lugar porque sabe de madurez política, sabe de consensos, sabe de acuerdos y de establecimiento de prioridades. Acá la prioridad es el pueblo y todos los que estamos al servicio debemos abocarnos con todas nuestras fuerzas, cada uno desde su lugar a contribuir en un proyecto que signifique desarrollo en todas las dimensiones de la persona, tanto del misionero como del argentino. Creo que esa innovación federal tiene que ver con esto. Llevar innovación basta ya de centralismo, ya está, somos una provincia que hemos demostrado autonomía, que tenemos capacidad para poder administrar y tenemos ejes de gestión muy claros. Inclusión, innovación, integración, son momentos de trabajar en clave de colaboración pero en entornos de respeto, de convivencia pacífica, de humanidad. Entonces por eso necesitamos el apoyo, el acompañamiento de todas las fuerzas de llevar a nuestra provincia a lo más alto, una agenda que le interese a la gente y estamos totalmente comprometidos con todas nuestras fuerzas a trabajar y a llevar por sobre todas las cosas una gestión de transparencia, de equilibrio que es lo que hoy necesitamos todos los pueblos.

Noe: ¿Por que las mujeres tendrían que votarles?

Sonia: Yo creo que todas las mujeres que estamos en política o en cualquier área de la productividad, de la industria, creo que representamos a todas las mujeres que estamos en política, que estamos en política de la productividad, de la industria, creo que representamos a todas las mujeres, a todas, una lucha. Pero entendemos que hoy se necesitan liderazgos fuertes de hombres y mujeres que entiendan que estamos en igualdad de condiciones y necesitamos las mismas oportunidades. Porque la mujer desde el lugar donde esté aporta algo que es valiosísimo que es la diversidad, la atención a lo diverso. La mujer siempre se involucra con ese vínculo emocional, eso necesitamos hoy, necesitamos de humanidad, necesitamos de creatividad, la mujer está muy ligada a la creatividad, al cuidado, pero sobre todo porque cada mujer misionera en el lugar donde esté aporta inteligencia, ideas, capacidades y tiempo, porque todas nos estamos enforzando, cada una desde el lugar donde esté, todas son importantes, pero creo que cada una hoy, en recuerdo y llevando siempre nuestro ADN, a todas esas mujeres que han luchado y que han ido abriéndonos el camino para que hoy tengamos el lugar que tenemos, las mujeres, que cada una desde el lugar donde esté siga trabajando con inteligencia, con la misma pasión para generar más espacios para otras mujeres, porque la provincia, el país, la política, la educación, todo necesita de las mujeres, porque hoy son tiempos donde son necesarios gestos de humanidad, y sobre todo de ese actuar en clave de colaboración, en clave de comunidad, la mujer tiene mucho de eso, a ver si vos te ponés a pensar, no solamente siempre una mujer... Sin duda. Vamos al baño, vamos juntas, el hecho de entender que es que trabajando juntas y aportando todo lo nuestro es donde más vamos a crecer, y eso es lo que tenemos que entender todos, acá no hay una, es sumamente necesaria la unidad, porque no es un hombre, una mujer la salvadora, somos hombres y mujeres los que tenemos ese desafío de transformar esta nación.

Noe: ¿Por qué los adolescentes tendrían que votar?

Sonia: Son parte de mi norte, creo que soy una persona que trabaja con todas sus fuerzas por un futuro que nos incluya, por sobre todas las cosas, a todos, y que sea un futuro de abundancia para todos, y que nuestra provincia sea el mejor lugar para estar en el mundo, y los jóvenes me han enseñado algo que considero una de las cosas más valiosas de mi vida, me han enseñado la forma de estar cómoda en el mundo, que es siendo lo que soy, esos son los jóvenes, la autenticidad, la justicia, nadie, ni un político, puede pensar en ningún proyecto inclusivo, vanguardista, innovador, si no están los jóvenes adentro, eso es primordial, y para mí, mi norte, ahí estuvieron los niños y los jóvenes, y siempre, mi motor, y a veces uno dice, por supuesto que tenemos un espacio político que los incluye, que los tiene a ellos como un motor de cambio, pero lo importante es que los jóvenes entiendan que es un poder participar en política, involucrarse en política, es el poder más grande que tienen, y que lo tienen que hacer, como sea, y siempre con esa autenticidad y con esa bandera de la justicia, del respeto a lo diverso, son grandiosos, sin duda.

Noe: La última pregunta, ¿con quién te gustaría tomar un café, tomar un mate ahí en la Costanera tranquilo?

Sonia: Me ayudarían a cerrarme algunos interrogantes, me encanta la mirada que tienen, la niñez y la juventud, porque siempre me dejan picando, y me ayudan a hacerme más preguntas, preguntas que quiero encontrar respuestas, pero me encanta esa etapa, cualquier niño o cualquier joven, me gusta mucho hablar de la vida, disfrutar del momento, cada día disfruto más de eso, cualquier persona, pero los niños y los jóvenes a mí en particular me inspiran, me inspiran para pensar en la vida, y me encanta lo que hacen, me encanta la espontaneidad que tienen, y me siento muy a gusto, me siento yo.

Muchas Gracias














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