Pese a que ya se había realizado una denuncia policial, en la mañana de ayer, el Mburuvicha Bernardino Villalba, se presentó ante la fiscalía de Jardín América para realizar una nueva denuncia, mientras que los otros miembros de la Comunidad cortaron el camino de ingreso frente a la construcción.

Richard Franco, integrante de Mbokajaty y quien estuvo en el corte, explicó que el objetivo fue “cortar la entrada a la gente de la construcción”. Y siguió: “Vino el supuesto dueño, pero vio que estábamos y se fue sin decir palabra. Después vino la policía con un albañil para retirar las herramientas y nada más. Vamos a estar alertas por si vuelven a trabajar”.

Días atrás ya se había presentado en horas de la noche, entrando sin autorización a la Comunidad, junto con tres policías, quien dice ser el propietario de esta porción de tierra donde se está construyendo, aunque está reconocida por el Relevamiento Territorial a nombre de Tekoa Mbokajaty.

No es el primer caso de este tipo que ocurre en la Comunidad, así como en otras más que tienen sus territorios ancestrales en San Ignacio, teniendo en cuenta que se trata de una zona altamente requerida por no indígenas para fines turísticos.

Cabe recordar que dicha Comunidad fue relevada por la Ley 26160, que declara la emergencia en materia de posesión y propiedad de los territorios que tradicionalmente ocupan los Pueblos Indígenas. Más allá de este punto, jurídicamente indiscutible, está también el hecho, históricamente demostrado, de la preexistencia guaraní en un lugar emblemático como es San Ignacio, comprobada desde el año 1600, es decir nada menos que 423 años.